El Plasma Láser es una máquina que altera la estructura de la piel sobre la que actúa, produce una contracción directa de la piel por la quemadura controlada y esto es inmediato.
La quemadura del Plasma Láser es superficial y controlada. Se forma inmediatamente una costra y el médico no puede nunca ir más allá de la dermis si no es retirando la costra y seguir quemando (cosa que nunca es necesario), por lo que la seguridad es total. Existe riesgo de hiperpigmentación si la paciente se expone al sol sin protección en los 3 meses justo después del tratamiento, por lo que se debe usar cremas protectoras de alto nivel para impedir que esa piel nueva se manche.